PostHeaderIcon 2019-11-15 Presentación del libro: «Objetos celestes para prismáticos. Guía de campo»

El pasado Viernes 15 de Noviembre de 2019 tuvimos en el local social la presentación del libro «Objetos celestes para prismáticos. Guía de campo». Los autores del libro son Pepe Bosch, Mercedes Bartual e Iván Dragoev. Además de la presentación del libro, también se hizo venta del mismo.

Abajo, los autores, y Juan Fabregat que ha hecho el prólogo del libro.

Se formó una cola para comprar el libro.

El compañero Luis Rivas introdujo a los autores, que son amigos suyos desde hace muchos años.

Luis recomienda encarecidamente empezar el conocimiento de la Astronomía con unos prismáticos. Conocer las constelaciones, y los objetos más importantes del cielo es un aprendizaje para toda la vida. Si alguien empieza, y le pregunta:¿qué telescopio me he de comprar?, Luis siempre recomienda unos prismáticos. Siempre puedes mirar  por los telescopios de los compañeros, o con los telescopios que la AVA tiene en el CAAT. Luis añade que hay objetos de exclusiva visión con prismáticos. Destacó la visión de M31 con unos 20*80. Presenta el libro como una guía de campo con mapas celestes y listas de objetos para observar.

Después de Luis, intervino Juan Fabregat que fue presidente de la AVA, y es doctor en Física. Juan ha hecho el prólogo del libro. Juan empezó diciendo que él empezó en el mundo astronómico con unos prismáticos, junto a Luis Rivas. Primero empezaron conociendo las constelaciones, que es un buen inicio. El siguiente paso fueron los prismáticos. Para abordarlo, hace falta una guía de campo. En su época se llevaba la Guía Menzel, que no estaba mal, pero que no estaba dedicada a los prismáticos. Hay objetos cuya visión es mejor con prismáticos como M31, las Pléyades o las Hïades. Su visión es mejor con prismáticos que con telescopio. La guía nueva tiene cartas grandes, y tiene una fuerte carga divulgativa. Tiene también una parte cultural, pues habla de la mitología de las constelaciones. La cultura no es exclusiva de las humanidades.

Después de Fabregat, intervino Iván Dragoev. Comenzó diciendo que si separas ciencia de cultura, llegas a un problema. El libro es un intento humilde para llevar las dos cosas juntas. Todo empezó con Pepe Bosch que lo animaba a conocer constelaciones. Hablaban de las constelaciones y de mitología. Iván apunta que la definición de mito que más le gusta está en el Fedro uno de los diálogos de Platón. El mito es una forma de hablar de las estrellas, pero sin números ni matemáticas, pero eso no quiere decir que sea un discurso menos serio. En el mito, hay preguntas que siguen siendo válidas hoy en día: ¿quién soy?¿de dónde vengo? El origen de las cosas, y mi lugar en el Universo.

La siguiente en intervenir fue Merche Bartual. Merche es una enamorada de los prismáticos desde el principio. Ella hizo el curso de iniciación, y preguntó: ¿qué telescopio me compro? Y le recomendaron que se pillara unos prismáticos. Se pilló unos 20*80 con trípode. Para ella, los prismáticos son una forma estupenda de conocer el cielo. Se fueron de viaje a Atacama. En principio, iba a llevarse sus 20*80, pero se le estropearon y se compró unos 25*100 que le cabían en la maleta. Merche solo le encuentra dos pegas a los prismáticos: la visión en en zenit, y que se quedan cortos de aumentos.

A continuación, intervino nuestro compañero Pepe Bosch.

Pepe buscó libros para prismáticos, y no encontró muchos, y todos eran de autores extranjeros. Se le pasó por la cabeza la idea de hacer uno en castellano, y lo habló con Merche. Pepe tenía unos 10*50, y Merche unos 25*100. Empezaron a hacer listas de objetos. Al principio no les gustaban las dobles, pero Ricardo Ninet las conocía, y les echó un cable.

Con los 10*50 llegaban a la magnitud 9,5, y con los 25*100 a la magnitud 12. Entre esas magnitudes hay muchos objetos visibles, como todo el catálogo Messier, por ejemplo. Les quedó una lista de unos 400 objetos: objetos de cielo profundo, estrellas dobles y añadieron estrellas variables de carbono. Pepe  agradeció las salidas al CAAT, y al observatorio de la universidad. Y Merche e Iván observaron desde la Matarraña (cerca de Alcañiz). Con todos esos datos empezaron a elaborar el libro. Tenía que ser una guía de campo, con la información a la izquierda y los mapas celestes a la derecha. Y había que hacerla en gusanillo, para que se pudiera quedar bien abierta. Empezaron a buscar editorial. En Omega, le dijeron que no a Merche. También les rechazaron en Marcombo. Finalmente, fueron a parar  al Servei de publicacions de la universitat.

En conjunto, dedicaron unas 400 horas de observación al libro.

Y, con esto, terminó la estupenda presentación del libro. Después de la presentación, hubo una pequeña fiesta con comida y bebida.

La presentación fue amena, y rigurosa en la descripción de la guía de campo

TEXTO Y FOTOS CORTESÍA POSETE.

 

 

 

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