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Queridos amigos:

Este finde pasado estuve en Aras de los Olmos. Me alojé en la Casa
Rural (por si os apetece ir, se trata de apartamentos individuales con
tele, cocina , microondas, nevera, dos habitaciones, baño con ducha y
calefacción central). Me salió por 45 euros las dos noches que pasé
allí. Venía muy cansado de la ciudad; necesitaba desconectar, y ver
bosque.

El sábado me levanté, compré algo de comida y me fui a patear. La idea
que llevaba era andar unos cuatro kilómetros hasta el refugio de «La
Viguilla», y desde ahí volverme al pueblo. Pero al llegar allí, me vi
con fuerzas para más. Kliómetros de bosque para mí solo me esperaban para disfrutar el pateo.¿No quería verde? Pues toma verde. A las dos llegué al río Turia. Me tumbé bajo unos olmos a comer y descansar. Corría una agradable brisa fresca y los chopos me daban sombra. Un buen rato.

Textura.

Campos de trigo

Postes indicativos

El camino me llama

Después de una hora descansando necesitaba moverme. Eran las tres de
la tarde, y podía darse el caso de que hiciera calor. Pero ya estaba
aburrido de estar parado. Efectivamente, en cuanto me puse a caminar
parecía que estuviera metido dentro de una olla a presión. Yo calculo
que debía estar a más de 35 grados. CAda media hora paraba para beber
algo de Aquarius y algo de agua. Afortunadamente, llevaba líquido
suficiente

Un macro

Había bosque allí donde pusieras la vista

El refugio de "La Viguilla"

Unas flores

Campos a la orilla del río

Unos olmos donde buscar sombra

Efectivamente...llegué

Despidiéndome del río Turia

A la ida había estado espantando a todo bicho viviente con
la discografía de Pearl Jam. Pero a la vuelta no tenía ganas de
cantar. Todo el camino de vuelta del río es cuesta arriba…y os
aseguro que pica. Pero…chino…chano..poco…a poco llegué al
pueblo. En total, pasé siete horas y media en el monte a pleno sol.

La experiencia valió la pena.

Un abrazo